Desde pequeño sentí (tengo la impresión de que naturalmente) ciertas inquietudes por responder las preguntas últimas de la existencia*.
Es realmente difícil asimilar (tal vez no solo cuando se es niño) conceptos como la muerte y la eternidad, entre otros. Y creo que esa dificultad es la que lleva al ser humano a preguntarse por ellos**.
En mi adolescencia me pareció que ya eran demasiadas las ideas que tenía en la cabeza como para no ponerlas por escrito. Más abajo reproduzco ciertos extractos de un texto que escribí a mis 17 años, el que se titulaba "Los temas elevados". No lo terminé, pero vaya qué especial es revisar pensamientos pasados. Lamentablemente mucha gente comete el error de eliminar todo lo que ha escrito en su niñez (por la vergüenza que suele causar), pero es un período de descubrimiento tan relevante que vale la pena su relectura.
De este texto en particular puedo decir que se me hace interesante su revisión, pues unos años más tarde, cuando entré a la Universidad, me tocó estudiar directamente a Aristóteles***. Pues bien, cuando redescubrí este texto me sorprendieron algunas similitudes en la forma de encontrarse con el mundo, por ejemplo, en cuanto a la noción tan fundamental de movimiento****. Ello me ha llevado a considerar que la Filosofía es algo natural en el ser humano (sea que se viva en la Grecia antigua o en los confines del mundo).
Es realmente difícil asimilar (tal vez no solo cuando se es niño) conceptos como la muerte y la eternidad, entre otros. Y creo que esa dificultad es la que lleva al ser humano a preguntarse por ellos**.
En mi adolescencia me pareció que ya eran demasiadas las ideas que tenía en la cabeza como para no ponerlas por escrito. Más abajo reproduzco ciertos extractos de un texto que escribí a mis 17 años, el que se titulaba "Los temas elevados". No lo terminé, pero vaya qué especial es revisar pensamientos pasados. Lamentablemente mucha gente comete el error de eliminar todo lo que ha escrito en su niñez (por la vergüenza que suele causar), pero es un período de descubrimiento tan relevante que vale la pena su relectura.
De este texto en particular puedo decir que se me hace interesante su revisión, pues unos años más tarde, cuando entré a la Universidad, me tocó estudiar directamente a Aristóteles***. Pues bien, cuando redescubrí este texto me sorprendieron algunas similitudes en la forma de encontrarse con el mundo, por ejemplo, en cuanto a la noción tan fundamental de movimiento****. Ello me ha llevado a considerar que la Filosofía es algo natural en el ser humano (sea que se viva en la Grecia antigua o en los confines del mundo).
Por otra parte, debo confesar desde ya que, con el paso del tiempo y el estudio, mis ideas religiosas, políticas y filosóficas han pasado por una profunda crisis*****.
"LOS TEMAS ELEVADOS
INTRODUCCIÓN
Empiezo esto porque tengo que escribir. Más de una vez decidí dedicarle mi tiempo a los temas elevados cuando fuese una persona mayor, con más experiencias, vocabulario (…). Pero (…) ¿Cómo podría estar seguro de que viviré hasta ser mayor? ¿Quién me dice que a los cuarenta años tendré tiempo o ganas siquiera de escribir? No puedo estar seguro y no quiero arriesgarme. Además, no pierdo nada con empezar ahora (…). He partido muchos textos, ninguno como éste. Espero comunicar, enseñar y contribuir.
(…) si hay algo que tengo claro es que no puedo seguir perdiendo algunas de las ideas que desarrollo mentalmente. Es hora de escribir, de eso me estoy convenciendo.
Durante mi vida me ha tocado observar una humanidad que ha caído en muchos vicios, pero por favor (y quiero dejar esto en claro desde un principio), debemos saber que la mitad del planeta no forma parte del mundo globalizado. Ese es el primer paso para escapar de una niebla que cubre a la otra mitad del mundo (nosotros) en una infinidad de fórmulas simples, estéticas y supuestamente universales, pero llenas de sistematización oculta. Vivimos según lo que tenemos que vivir, y podríamos tener una vida entera sin tener que razonar (y qué acción tan importante), pues otros piensan por nosotros, y nos guían a una vida “plena” y “correcta”. Y nótese que conjugo pensar y guiar en presente, pues es una máquina viva la que nos envuelve en la rutina, terrible enemiga de nuestro Mundo Occidental.
(…) Escribiré sobre cada tema que venga a mi mente, que sea importante y que deje una enseñanza. Esta observación no sólo puede enseñarle un par de cosas a quien la lea, sino también dejarme claras a mí mismo muchas cosas sobre este descubrimiento que es la vida humana.
DIOS
Si hay algo que une a la totalidad de los seres humanos que llegan a tener un desarrollo mental básico es la presencia del concepto de Divinidad. De aquí a que crean o no crean en ella es otra cosa, pero su presencia conceptual es prácticamente segura. Para dejar en claro mi posición, tengo que presentarme como un cristiano católico, pero ante todo, universalista. Esto último quiere decir que para mí aquel budista que está en un templo en China le está rezando al mismo Dios que el musulmán que está orando hacia la Meca en Marruecos; y así al mismo Yahvé al que le rindieron culto los judíos, o a ese Inti que adoraron los incas, el Baal de los mesopotámicos, el Zeus griego, el Júpiter romano, Brahma, Visnu, Siva, Osiris o cualquier otra señal de adoración, respeto, sacrificio, súplica o contacto en general con un ser superior al ser humano.
El concepto de universalidad divina es extremadamente importante a la hora de tratar de entender un poco más al ser creador. Pero entendiendo a todos los ateos, no puedo seguir hablando de Dios como una realidad absoluta sin antes argumentar a favor de su existencia. Es decir, intentaré a continuación dar una explicación racional para la existencia de la Divinidad. Dejemos de lado toda religión particular, y sólo fijémonos en lo que estamos de acuerdo. Es de conocimiento general el hecho de que vivimos en un mundo (en el sentido de entorno). En otras palabras, podemos decir que hay algo en lo que estamos inmersos como seres pensantes que existe, que es. Ahora bien, en este lugar ocurren cosas en distintas magnitudes. Por ejemplo, una flor crece, una pareja de aves construye su nido, una leona atrapa a su presa, un adolescente discute con sus padres, un profesor enseña música, un turista toma una fotografía, un barco llega a un puerto, un volcán hace erupción, un cometa viaja por el espacio, una estrella termina su vida, etc. Es decir que este algo no sólo existe, sino que también tiene movimiento, cambia.
Acabamos de coincidir en dos ideas que nos servirán para entender muchas cosas: 1) Algo existe. 2) Este algo cambia. Así de simples son las primeras premisas, y es que todo parte de lo simple para luego ir complicándose. Creo que aquí podríamos llegar a algo conveniente. Me parece que sí podemos estar de acuerdo en que este algo que habitamos tuvo un origen. Digamos entonces que hay o hubo otro algo (anterior, sin embargo) que creó o llevó a su aparición al primer algo de que hablábamos. Y este otro algo lo pueden imaginar como una energía, un caos, un ser con rasgos humanos, un punto de densidad infinita (…). Lo fundamental es que es lo primero, y que de él (o eso) nace el algo que llamamos realidad (…)".
*Qué somos, de dónde venimos y adónde vamos.
**Así como la dificultad de alimentarse condujo al hombre primitivo a idear mecanismos de cacería.
Empiezo esto porque tengo que escribir. Más de una vez decidí dedicarle mi tiempo a los temas elevados cuando fuese una persona mayor, con más experiencias, vocabulario (…). Pero (…) ¿Cómo podría estar seguro de que viviré hasta ser mayor? ¿Quién me dice que a los cuarenta años tendré tiempo o ganas siquiera de escribir? No puedo estar seguro y no quiero arriesgarme. Además, no pierdo nada con empezar ahora (…). He partido muchos textos, ninguno como éste. Espero comunicar, enseñar y contribuir.
(…) si hay algo que tengo claro es que no puedo seguir perdiendo algunas de las ideas que desarrollo mentalmente. Es hora de escribir, de eso me estoy convenciendo.
Durante mi vida me ha tocado observar una humanidad que ha caído en muchos vicios, pero por favor (y quiero dejar esto en claro desde un principio), debemos saber que la mitad del planeta no forma parte del mundo globalizado. Ese es el primer paso para escapar de una niebla que cubre a la otra mitad del mundo (nosotros) en una infinidad de fórmulas simples, estéticas y supuestamente universales, pero llenas de sistematización oculta. Vivimos según lo que tenemos que vivir, y podríamos tener una vida entera sin tener que razonar (y qué acción tan importante), pues otros piensan por nosotros, y nos guían a una vida “plena” y “correcta”. Y nótese que conjugo pensar y guiar en presente, pues es una máquina viva la que nos envuelve en la rutina, terrible enemiga de nuestro Mundo Occidental.
(…) Escribiré sobre cada tema que venga a mi mente, que sea importante y que deje una enseñanza. Esta observación no sólo puede enseñarle un par de cosas a quien la lea, sino también dejarme claras a mí mismo muchas cosas sobre este descubrimiento que es la vida humana.
DIOS
Si hay algo que une a la totalidad de los seres humanos que llegan a tener un desarrollo mental básico es la presencia del concepto de Divinidad. De aquí a que crean o no crean en ella es otra cosa, pero su presencia conceptual es prácticamente segura. Para dejar en claro mi posición, tengo que presentarme como un cristiano católico, pero ante todo, universalista. Esto último quiere decir que para mí aquel budista que está en un templo en China le está rezando al mismo Dios que el musulmán que está orando hacia la Meca en Marruecos; y así al mismo Yahvé al que le rindieron culto los judíos, o a ese Inti que adoraron los incas, el Baal de los mesopotámicos, el Zeus griego, el Júpiter romano, Brahma, Visnu, Siva, Osiris o cualquier otra señal de adoración, respeto, sacrificio, súplica o contacto en general con un ser superior al ser humano.
El concepto de universalidad divina es extremadamente importante a la hora de tratar de entender un poco más al ser creador. Pero entendiendo a todos los ateos, no puedo seguir hablando de Dios como una realidad absoluta sin antes argumentar a favor de su existencia. Es decir, intentaré a continuación dar una explicación racional para la existencia de la Divinidad. Dejemos de lado toda religión particular, y sólo fijémonos en lo que estamos de acuerdo. Es de conocimiento general el hecho de que vivimos en un mundo (en el sentido de entorno). En otras palabras, podemos decir que hay algo en lo que estamos inmersos como seres pensantes que existe, que es. Ahora bien, en este lugar ocurren cosas en distintas magnitudes. Por ejemplo, una flor crece, una pareja de aves construye su nido, una leona atrapa a su presa, un adolescente discute con sus padres, un profesor enseña música, un turista toma una fotografía, un barco llega a un puerto, un volcán hace erupción, un cometa viaja por el espacio, una estrella termina su vida, etc. Es decir que este algo no sólo existe, sino que también tiene movimiento, cambia.
Acabamos de coincidir en dos ideas que nos servirán para entender muchas cosas: 1) Algo existe. 2) Este algo cambia. Así de simples son las primeras premisas, y es que todo parte de lo simple para luego ir complicándose. Creo que aquí podríamos llegar a algo conveniente. Me parece que sí podemos estar de acuerdo en que este algo que habitamos tuvo un origen. Digamos entonces que hay o hubo otro algo (anterior, sin embargo) que creó o llevó a su aparición al primer algo de que hablábamos. Y este otro algo lo pueden imaginar como una energía, un caos, un ser con rasgos humanos, un punto de densidad infinita (…). Lo fundamental es que es lo primero, y que de él (o eso) nace el algo que llamamos realidad (…)".
*Qué somos, de dónde venimos y adónde vamos.
**Así como la dificultad de alimentarse condujo al hombre primitivo a idear mecanismos de cacería.
***Con el profesor Andrés Covarrubias, Doctor en Aristóteles.
****Alguien podría decir que las coincidencias se deben a que nuestro idioma se funda en las mismísimas reflexiones aristotélicas. Sin embargo, considero que mis (muy) básicas impresiones trascienden las palabras.
*****O, quizás, maduración.
****Alguien podría decir que las coincidencias se deben a que nuestro idioma se funda en las mismísimas reflexiones aristotélicas. Sin embargo, considero que mis (muy) básicas impresiones trascienden las palabras.
*****O, quizás, maduración.