Así como hay un malhumor, hay también un malamor.
Uno queda de malamor cuando quiso mucho pero quiso mal. Por ejemplo, porque fue un amor no correspondido, porque idealizó en exceso, porque fue traicionado, etc.
Pobre malamorado.
Uno queda de malamor cuando quiso mucho pero quiso mal. Por ejemplo, porque fue un amor no correspondido, porque idealizó en exceso, porque fue traicionado, etc.
Pobre malamorado.