La confianza, primero en el individuo y sus potencialidades, y más tarde en las instituciones y sus fines virtuosos, es lo que permite al ser humano alcanzar resultados notables.
Confía en tus capacidades, y en nadie más.
Pero si crees en Dios, confía en tus capacidades y en Dios.
Confía en tus capacidades, y en nadie más.
Pero si crees en Dios, confía en tus capacidades y en Dios.