“Los niños llevan menos tiempo en este mundo.
Les recuerdan a los adultos la época en que tenían su edad.
Hace menos que estaban en el espíritu universal y por ello tienen más divinidad y pureza en sus ojos.
Los niños vienen santos, nos enseñan.
Parecen tener las más bellas respuestas en su simpleza”.
Les recuerdan a los adultos la época en que tenían su edad.
Hace menos que estaban en el espíritu universal y por ello tienen más divinidad y pureza en sus ojos.
Los niños vienen santos, nos enseñan.
Parecen tener las más bellas respuestas en su simpleza”.