Presentación

"Scuola di Atene" - Raffaello Sanzio


FILOSOFÍA DESDE EL FIN DEL MUNDO
por
Álvaro Awad Sirhan

El presente sitio contiene una selección de ideas y opiniones de su autor. Estas se expresan en textos breves y directos —literarios y no literarios— en el marco de una reflexión filosófica para el siglo XXI.

domingo, 15 de mayo de 2016

¿Puede haber perfección humana?

La respuesta a la interrogante sobre la posibilidad de que exista perfección humana es compleja y depende del cuidado con que se formule la pregunta.

Cada ser humano en particular es una maraña de virtudes y defectos, y depende primeramente de cada uno el potenciar los primeros y eliminar o controlar los segundos.

Pero, desde el momento en que reconocemos la existencia de nuestra especie como colectivo (sea que lo ampliemos a un pequeño grupo, la sociedad en que se viva o el colectivo entero de la humanidad), aparecen entonces las ciencias sociales y sus sabios consejos para hacer de la organización humana la mejor posible.

Esas potencialidades de lograr lo mejor posible constituyen la perfección humana. Es lo más lejos que podemos llegar. Un ideal que para el ser humano individual es imposible, pero que con el apoyo de otros (que lo corrijan o reemplacen según sea el caso) se puede alcanzar.

Por lo tanto, si se pregunta por la posibilidad de que un ser humano sea perfecto, la respuesta es inmediatamente negativa. Pero si se pregunta por la posibilidad de que la humanidad sea perfecta, entonces tengo mis dudas, porque el colectivo que se organiza precisamente para solucionar los problemas individuales o dirigirlos del mejor modo posible es en sí mismo perfecto.

Y de que es necesaria esa organización, lo es: por eso los sabios cientistas políticos advierten que, de ser los seres humanos ángeles, no habría necesidad de un gobierno.

Entonces: la humanidad no tiene por qué ser la suma de las virtudes y defectos de sus miembros. La humanidad debe pensarse como una organización colectiva que nos permita potenciar lo bueno y corregir lo malo. Todo ello, respetando la dignidad y la libertad de cada individuo.

Como ser humano nunca serás perfecto, y si llegas a estar cerca sólo será temporalmente. Pero es un trabajo común el someterse a las reglas razonables que nos demos como grupo, sociedad o especie para llevar nuestras potencialidades al máximo.