De todas las cosas que dañan el progreso de los pueblos, destaca esa imbecilidad insoportable de aquellos políticos que sólo quieren llegar al poder "porque sí". Esos que aturden a la gente con pan y circo. Estos que impiden el comercio sano y sustentable, y el desarrollo de las artes.
Los políticos deben ser reducidos forzosamente a aquellos que sean realmente bondadosos de corazón. Admitir sólo a quien quiera dirigir al resto estando dispuesto a sacrificar su propia vida. Y para ello debe castigarse al político: que no tenga mayores beneficios que el resto; que un puesto político no sea un buen negocio. Al contrario, al político se le debe exigir que sacrifique una parte importante de sus expectativas de ingreso.
Sólo así se logrará el objetivo de que los que quieren gobernar sean los mejores y más bondadosos.
Los políticos deben ser reducidos forzosamente a aquellos que sean realmente bondadosos de corazón. Admitir sólo a quien quiera dirigir al resto estando dispuesto a sacrificar su propia vida. Y para ello debe castigarse al político: que no tenga mayores beneficios que el resto; que un puesto político no sea un buen negocio. Al contrario, al político se le debe exigir que sacrifique una parte importante de sus expectativas de ingreso.
Sólo así se logrará el objetivo de que los que quieren gobernar sean los mejores y más bondadosos.