Un secreto muy grande para ser feliz es aprender a valorar.
Es increíble cómo nos preocupamos más de lo que no tenemos que de lo que sí. Podríamos pensar de pronto en esas personas que nunca en su vida llegaron a tener una condición satisfactoria, nunca escucharon un “te quiero”, nunca sintieron estabilidad económica, etc.
Si de pronto perdiéramos todo lo que tenemos, aun así podríamos seguir sintiéndonos agradecidos, pues habríamos tenido la posibilidad de gozar al menos un par de segundos de todo aquello...
Hay que valorar, lo que no significa no ser ambicioso, sino contentarse con lo que se tiene.
Es increíble cómo nos preocupamos más de lo que no tenemos que de lo que sí. Podríamos pensar de pronto en esas personas que nunca en su vida llegaron a tener una condición satisfactoria, nunca escucharon un “te quiero”, nunca sintieron estabilidad económica, etc.
Si de pronto perdiéramos todo lo que tenemos, aun así podríamos seguir sintiéndonos agradecidos, pues habríamos tenido la posibilidad de gozar al menos un par de segundos de todo aquello...
Hay que valorar, lo que no significa no ser ambicioso, sino contentarse con lo que se tiene.