Hay cosas que van más allá de nuestro control, y como reza una antigua regla tanto moral como jurídica, “a lo imposible nadie está obligado”.
Toda persona responsable debe tenerlo presente. En la medida en que cumpla con lo humanamente posible, y no se comprometa a más, puede tener tranquilidad.
Toda persona responsable debe tenerlo presente. En la medida en que cumpla con lo humanamente posible, y no se comprometa a más, puede tener tranquilidad.