Presentación

"Scuola di Atene" - Raffaello Sanzio


FILOSOFÍA DESDE EL FIN DEL MUNDO
por
Álvaro Awad Sirhan

El presente sitio contiene una selección de ideas y opiniones de su autor. Estas se expresan en textos breves y directos —literarios y no literarios— en el marco de una reflexión filosófica para el siglo XXI.

jueves, 31 de marzo de 2011

Normas éticas con o sin trascendencia

Si no hay un Ser Supremo que nos creó racionalmente, aun así no deja de ser asombrosa la vida. Considerar que por la evolución del universo de miles de millones de años hemos llegado donde estamos ahora no nos debe hacer perder de vista lo maravillosa que ella es.

Por lo mismo, no dejamos de tener deberes morales, pues la vida en sociedad -a la que llegamos naturalmente- nos los exige.

Si alguien no cree que puedan presentarse normas éticas sin creer en Dios, le propongo el siguiente ejercicio: imagina un destructor de nuestra naturaleza, es decir, alguien que mienta, robe, viole, mate, etc. Enseguida concebirás los acuerdos en que a fin de cuentas nos basamos como sociedad.

Ahora bien, no hay que engañarse. Que el acuerdo sea la base de la vida en sociedad no implica que en el futuro la sociedad pueda acordar cualquier cosa, como que el robo y la violación estén bien, sino que el acuerdo tiene un trasfondo: la naturaleza común a todas las personas -en parte racional, en parte común a los demás animales- y lo que es más conveniente a ella.

Que haya algo más trascendente que nuestra naturaleza, algo "más allá", es posible, pero parece no ser mucho lo que podemos descubrir por nuestra cuenta en esos ámbitos. Lo relevante es que, aunque no exista tal trascendencia, no por ello podemos hacer cualquier cosa que se nos dé en gana. Hay un orden establecido por nuestra naturaleza y los acuerdos que la sociedad formula en base a ella.

Podrán construirse millones de culturas sobre la base de la existencia humana, pero es ese núcleo (si se quiere biológico) el que puede ordenar al ser humano en su participación en el universo.