Ahora que terminamos, han venido a verme todos nuestros recuerdos:
Los viejos, los nuevos, los grandes, los pequeños.
Formaron una fila inmensa
Para despedirse uno a uno antes de desaparecer.
Vino cada restaurant y cada café que compartimos,
Cada siesta, cada abrazo ¡y hasta los cerros que nos gustaba visitar!
Vino cada viaje, cada broma ¡incluso los insultos que nos pudimos propinar!
Desde el primer beso hasta el último,
Cada uno se quiso despedir.
Los regalos, las aventuras, las risas y hasta los miedos que pudimos construir.
Vienen todos de noche, cuando abunda la tranquilidad,
A este funeral de nuestra relación,
¡Que por abrupto duele tanto más!
Resulta interesante constatar
Que los recuerdos más felices vienen llorando
Y los tristes avanzan con una sonrisa enigmática.
Esa misma que tenías cuando me clavaste el puñal
De un lado al otro y de arriba abajo,
Y te olvidaste de los años como si nada.
¡Apostaría que tus recuerdos no tuvieron ni la oportunidad de despedirse!
También se han puesto en la fila todos esos planes que teníamos.
De cierto modo, existían ya antes de nacer.
Pasaron a saludar y dar sus respetos antes de esfumarse.
No cabe duda que buscarán otros dueños en otro lugar.
Por último, y si te interesa, te cuento que también se han puesto a la fila,
Ahí por el final, todas esas mujeres que esperaban atentas su oportunidad.
Han venido a repartirse mis pedazos
Y el amor que todavía tengo para dar.
"Adios, Sr. Recuerdo.
Fue un placer conocerle.
¡Pues claro que me acuerdo! ¡Qué momento ese!
Que le vaya bien y gracias por venir a verme.
Le pido, eso sí, que no se vuelva a enfilar,
Mire que una vez es suficiente.
Ahora tengo que avanzar,
Y esperar esos recuerdos que duren para siempre".
Los viejos, los nuevos, los grandes, los pequeños.
Formaron una fila inmensa
Para despedirse uno a uno antes de desaparecer.
Vino cada restaurant y cada café que compartimos,
Cada siesta, cada abrazo ¡y hasta los cerros que nos gustaba visitar!
Vino cada viaje, cada broma ¡incluso los insultos que nos pudimos propinar!
Desde el primer beso hasta el último,
Cada uno se quiso despedir.
Los regalos, las aventuras, las risas y hasta los miedos que pudimos construir.
Vienen todos de noche, cuando abunda la tranquilidad,
A este funeral de nuestra relación,
¡Que por abrupto duele tanto más!
Resulta interesante constatar
Que los recuerdos más felices vienen llorando
Y los tristes avanzan con una sonrisa enigmática.
Esa misma que tenías cuando me clavaste el puñal
De un lado al otro y de arriba abajo,
Y te olvidaste de los años como si nada.
¡Apostaría que tus recuerdos no tuvieron ni la oportunidad de despedirse!
También se han puesto en la fila todos esos planes que teníamos.
De cierto modo, existían ya antes de nacer.
Pasaron a saludar y dar sus respetos antes de esfumarse.
No cabe duda que buscarán otros dueños en otro lugar.
Por último, y si te interesa, te cuento que también se han puesto a la fila,
Ahí por el final, todas esas mujeres que esperaban atentas su oportunidad.
Han venido a repartirse mis pedazos
Y el amor que todavía tengo para dar.
"Adios, Sr. Recuerdo.
Fue un placer conocerle.
¡Pues claro que me acuerdo! ¡Qué momento ese!
Que le vaya bien y gracias por venir a verme.
Le pido, eso sí, que no se vuelva a enfilar,
Mire que una vez es suficiente.
Ahora tengo que avanzar,
Y esperar esos recuerdos que duren para siempre".
