"Tengo un don para juzgar a la gente del mismo modo que ellos juzgan al resto.
No es necesario que les hable. Basta que empiecen a hablar mal de alguien, y con solo mirarme a los ojos se ven aplicando los mismos parámetros sobre sus propios actos.
Esa es la razón de que me respeten".
No es necesario que les hable. Basta que empiecen a hablar mal de alguien, y con solo mirarme a los ojos se ven aplicando los mismos parámetros sobre sus propios actos.
Esa es la razón de que me respeten".