Ciega, ambiciosa y egoísta

Roadán se despertó y reflexionó: “Aun si todo el mensaje religioso que me inculcaron fuese cierto, no dejaría de preocuparme el servir a una institución en la que existe tanta gente ciega (en el sentido de fundamentalista, fanática, que funciona como oveja), ambiciosa (por la ingente cantidad de dinero que ha reunido y reúne, además del histórico poder político-económico que ha significado) y egoísta (tanto esfuerzo para la salvación personal del alma). No sé...algo no me parece bien”.