No alcanzan las palabras para agradecer a mi familia, y especialmente a mis padres y abuelos. Por haberme dado no sólo la vida, sino una vida digna, con cariño, preocupación y apoyo incondicional, con buena educación y formación, y con una relativa seguridad en el ámbito económico.
Este agradecimiento lo extiendo a mis profesores, que son en varios sentidos como padres de uno.
Y finalmente a mis amigos: todos los que me han acompañado y permitido acompañarlos en este infinito y riquísimo descubrimiento que es la vida humana.
Este agradecimiento lo extiendo a mis profesores, que son en varios sentidos como padres de uno.
Y finalmente a mis amigos: todos los que me han acompañado y permitido acompañarlos en este infinito y riquísimo descubrimiento que es la vida humana.