Nada es gratis, pues todo tiene costos.
Por ejemplo, se suele presentar a los derechos económicos y sociales (también conocidos como derechos humanos de segunda generación) en el sentido que éstos garantizan a los ciudadanos educación gratuita, salud gratuita, etc.
Pero lo cierto es que ello no es gratuito. La educación, por ejemplo, tiene múltiples costos: pagos a los profesores, infraestructura, materiales, etc.
Y resulta tentador clarificar para decir que en realidad es gratis para los alumnos, en el sentido que otro paga por los costos (a saber, el Estado mediante "sus" ingresos).
Pero ni aún lo que se recibe sin costo aparente es realmente gratis. Cualquier actividad tendrá a lo menos un costo de oportunidad (en este caso, para los alumnos), por las actividades alternativas que se están sacrificando.
Por ejemplo, se suele presentar a los derechos económicos y sociales (también conocidos como derechos humanos de segunda generación) en el sentido que éstos garantizan a los ciudadanos educación gratuita, salud gratuita, etc.
Pero lo cierto es que ello no es gratuito. La educación, por ejemplo, tiene múltiples costos: pagos a los profesores, infraestructura, materiales, etc.
Y resulta tentador clarificar para decir que en realidad es gratis para los alumnos, en el sentido que otro paga por los costos (a saber, el Estado mediante "sus" ingresos).
Pero ni aún lo que se recibe sin costo aparente es realmente gratis. Cualquier actividad tendrá a lo menos un costo de oportunidad (en este caso, para los alumnos), por las actividades alternativas que se están sacrificando.