Roadán se despertó y reflexionó: “No puedo asegurar que exista algo como la conciencia.
Sin embargo, no puedo negar que si realizo una acción que según mis estándares es calificada como mala, siento un efectivo desdén hacia mí mismo.
Si bien tampoco puedo estar seguro que ello no se deba a la educación que recibí o a la forma en que me enseñaron funciona la conciencia, el punto es que no puede obviarse dicho estado de pesadumbre”.
Sin embargo, no puedo negar que si realizo una acción que según mis estándares es calificada como mala, siento un efectivo desdén hacia mí mismo.
Si bien tampoco puedo estar seguro que ello no se deba a la educación que recibí o a la forma en que me enseñaron funciona la conciencia, el punto es que no puede obviarse dicho estado de pesadumbre”.