El ser humano le asigna un valor especial a todo: a las personas, las cosas, los lugares, las palabras, etc.
A veces ocurre que una persona le asigna a una palabra una determinada connotación negativa que no le permite usarla con tranquilidad (por ejemplo, porque le evoca un recuerdo doloroso).
Si alguien quisiera darle a esa persona un consejo, y sabe de esa connotación, la clave está en usar un sinónimo de la palabra en cuestión.
A veces ocurre que una persona le asigna a una palabra una determinada connotación negativa que no le permite usarla con tranquilidad (por ejemplo, porque le evoca un recuerdo doloroso).
Si alguien quisiera darle a esa persona un consejo, y sabe de esa connotación, la clave está en usar un sinónimo de la palabra en cuestión.