Tras constatar que hay tanta gente malvada en el mundo (y siempre la habrá o podrá haber) ¿nos vamos a echar a morir? ¿Vamos a deprimirnos crónicamente porque puedan perjudicarnos?
No, el mundo es para los buenos, como cuando el profesor de Derecho Penal Enrique Cury enseñaba que las calles son para la gente que no delinque. ¡No pueden ser entregadas a los delincuentes!
No sólo las calles, sino que el mundo no le pertenece a los delincuentes. Hay que hacerse del mundo, vivir en el mundo, contagiar el mundo con bondad, con buenos ejemplos de vida. Sólo con esa valentía hay esperanza para el orden y la paz.
No, el mundo es para los buenos, como cuando el profesor de Derecho Penal Enrique Cury enseñaba que las calles son para la gente que no delinque. ¡No pueden ser entregadas a los delincuentes!
No sólo las calles, sino que el mundo no le pertenece a los delincuentes. Hay que hacerse del mundo, vivir en el mundo, contagiar el mundo con bondad, con buenos ejemplos de vida. Sólo con esa valentía hay esperanza para el orden y la paz.