Un gran problema de nuestros días es que hay demasiados espacios para cosas que nos alejan de nuestra naturaleza, deformándola y utilizándola para el cumplimiento de fríos intereses particulares.
Por ejemplo, el colapso de información en los medios, la publicidad desmedida, el estar todo el día frente a una pantalla y, en definitiva, el vivir continuamente y sin descanso dentro de las estructuras que los mismos humanos hemos creado, es decir, en lo artificial.
Hay que reencontrarse con la naturaleza al menos una vez al día, para saber distinguirla de lo artificioso.
Por ejemplo, el colapso de información en los medios, la publicidad desmedida, el estar todo el día frente a una pantalla y, en definitiva, el vivir continuamente y sin descanso dentro de las estructuras que los mismos humanos hemos creado, es decir, en lo artificial.
Hay que reencontrarse con la naturaleza al menos una vez al día, para saber distinguirla de lo artificioso.