De vez en cuando aparecen sacerdotes que hacen a la gente extremadamente dependiente de la religión. La hacen repetir frases del tipo: "De ti depende mi vida", "Sin ti mi vida no tiene sentido", etc.
Cuando los religiosos empiezan a despotricar contra otras formas de vida que no afectan a terceros hay que poner un límite y decirle no al sacerdote insolente.
Cuando los religiosos empiezan a despotricar contra otras formas de vida que no afectan a terceros hay que poner un límite y decirle no al sacerdote insolente.