Presentación

"Scuola di Atene" - Raffaello Sanzio


FILOSOFÍA DESDE EL FIN DEL MUNDO
por
Álvaro Awad Sirhan

El presente sitio contiene una selección de ideas y opiniones de su autor. Estas se expresan en textos breves y directos —literarios y no literarios— en el marco de una reflexión filosófica para el siglo XXI.

jueves, 31 de marzo de 2011

El partido supremo

Los partidos no son malos, pues preparan a las personas para participar en la vida política, los inician en el sistema, los apoyan, los conducen por los intrincados caminos del mundo público, etc. Pero los partidos no pueden gobernar un país.

Todo ciudadano, aunque milite en un partido, debe siempre tener en mente algo por sobre ellos, una totalidad y no un partido (que viene de parte), aquello que nos es común a todos. Me refiero al país considerado como un todo.

El país debe ser el “partido” de cada uno, porque se trata de la sociedad que todos queremos sea cada vez mejor, ejemplo para otras, verdadera patria*.

*La misma relación que hay entre partido y país debiese darse entre el sentimiento patriótico y el cariño hacia nuestra especie. Si bien cada uno puede querer a su país y trabajar porque mejore cada vez más, es razonable el tener siempre presente aquello que sea lo mejor para la especie toda. No hay ninguna otra forma noble de justificar al largo plazo las políticas para la protección del medioambiente, el logro y la mantención de la paz internacional, etc.