Algunos dicen que mentir está mal porque “todos quieren saber la verdad”. Se trata de una razón que se funda en la empatía: si fuese el otro, no querría que me mintieran.
Ahora bien, una razón más utilitarista, aunque muy cierta, es la vieja lección que dice que a quien miente y miente no le creerán después. Por la contingencia de vivir en sociedad, en más de una ocasión querremos que nos crean lo que decimos. Es entonces en gran medida un tema de supervivencia. Si mientes, aumenta la posibilidad de que no te crean cuando digas la verdad.
Así y todo, en ciertas circunstancias mentir está bien. Por ejemplo, cuando el potencial asesino pregunta dónde se encuentra su potencial víctima.
Ahora bien, una razón más utilitarista, aunque muy cierta, es la vieja lección que dice que a quien miente y miente no le creerán después. Por la contingencia de vivir en sociedad, en más de una ocasión querremos que nos crean lo que decimos. Es entonces en gran medida un tema de supervivencia. Si mientes, aumenta la posibilidad de que no te crean cuando digas la verdad.
Así y todo, en ciertas circunstancias mentir está bien. Por ejemplo, cuando el potencial asesino pregunta dónde se encuentra su potencial víctima.