Un obstáculo para creer en una institución es la cantidad de abusos que se han cometido usándola como instrumento de poder.
Cuando Marx decía que la religión era el "opio del pueblo", lo hacía porque en el siglo XIX la respuesta de la Iglesia Católica al que se encontraba muriendo de inanición era la siguiente: “Rece”, no obstante el gigantesco poderío que tenía.
Ello bastaba para dudar con fuerza sobre si se trataba o no efectivamente de la institución que Jesús había designado para organizar a los fieles cristianos.
Ello bastaba para dudar con fuerza sobre si se trataba o no efectivamente de la institución que Jesús había designado para organizar a los fieles cristianos.