¿Habrá querido Dios hacerse hombre frente a sólo unos pocos y que su mensaje se extendiera lentamente como dicen los cristianos?
¿No sería más lógico creer que si Dios existe y quiso comunicarse con nosotros lo hizo a través de algo que nos fuese común a todos, como es la naturaleza humana?
Ahora bien, en virtud de esta misma naturaleza es que somos distintos unos de otros, lo cual implica que por nuestra propia naturaleza debemos ser tolerantes en ciertas cosas para poder vivir armoniosamente.
Por lo tanto, no podemos exigirle a todos que acepten un mensaje tergiversado por el paso del tiempo (habiendo sido el mensaje explícitamente modificado, por lo demás), construido en base a relatos de supuesta inspiración divina. Dichos relatos provienen de uno de los pueblos más desdichados de la Historia. El libro en cuestión tiene como fundamento la historia de un pueblo antiguo, así como tantos otros pueblos escribían sus peripecias.
¿Podemos creer que un ser como Dios eligió a unos pocos para llegar a todos? ¿No será que todos somos criaturas de Dios en las mismas condiciones? ¿No hay contradicción o, al menos, una inmensa negligencia explicativa en el mensaje cristiano? Este mensaje se nos presenta como si el hecho de que la venida de Cristo, su muerte y su resurrección atenten contra los principios básicos de la Metafísica (que, dicho sea de paso, se ocupan como el fundamento racional de la Revelación) no debiese preocuparnos.
¿No sería más lógico creer que si Dios existe y quiso comunicarse con nosotros lo hizo a través de algo que nos fuese común a todos, como es la naturaleza humana?
Ahora bien, en virtud de esta misma naturaleza es que somos distintos unos de otros, lo cual implica que por nuestra propia naturaleza debemos ser tolerantes en ciertas cosas para poder vivir armoniosamente.
Por lo tanto, no podemos exigirle a todos que acepten un mensaje tergiversado por el paso del tiempo (habiendo sido el mensaje explícitamente modificado, por lo demás), construido en base a relatos de supuesta inspiración divina. Dichos relatos provienen de uno de los pueblos más desdichados de la Historia. El libro en cuestión tiene como fundamento la historia de un pueblo antiguo, así como tantos otros pueblos escribían sus peripecias.
¿Podemos creer que un ser como Dios eligió a unos pocos para llegar a todos? ¿No será que todos somos criaturas de Dios en las mismas condiciones? ¿No hay contradicción o, al menos, una inmensa negligencia explicativa en el mensaje cristiano? Este mensaje se nos presenta como si el hecho de que la venida de Cristo, su muerte y su resurrección atenten contra los principios básicos de la Metafísica (que, dicho sea de paso, se ocupan como el fundamento racional de la Revelación) no debiese preocuparnos.