La mejor sociedad será aquella en que exista un balance entre el premio al mérito y el esfuerzo, por una parte, y la protección de los desvalidos y la solidaridad, por la otra.
Los extremos en que sólo se privilegia el mérito o la solidaridad no sirven y devienen en revoluciones.
Los extremos en que sólo se privilegia el mérito o la solidaridad no sirven y devienen en revoluciones.