Presentación

"Scuola di Atene" - Raffaello Sanzio


FILOSOFÍA DESDE EL FIN DEL MUNDO
por
Álvaro Awad Sirhan

El presente sitio contiene una selección de ideas y opiniones de su autor. Estas se expresan en textos breves y directos —literarios y no literarios— en el marco de una reflexión filosófica para el siglo XXI.

jueves, 31 de marzo de 2011

Placer racional

Los seres humanos no somos seres propiamente racionales, sino que sólo tenemos chispas o atisbos de racionalidad. En términos aristotélicos, somos potencialmente racionales*.

La verdad es que en nosotros priman las pasiones: el deseo y la búsqueda del placer.  Ya Aristóteles definió al ser humano, para efectos éticos, como "inteligencia deseosa" o "deseo inteligente".

Hay que ser cuidadoso, porque a veces como explica Fernando Savater quien hace "lo que le da la gana", termina perdiendo en vez de ganar. En tal sentido, es usual que las personas quieran cosas contradictorias y que entran en conflicto entre sí. De ahí la importancia de poner prioridades para jerarquizar lo que se quiere en el corto y en el largo plazo. Ahí entra en juego la ética, que consiste en averiguar racionalmente cómo vivir bien.

Con todo, nótese que en algunos el placer consiste justamente en hacer el bien a los demás. Así, hay quienes se sienten realizados (satisfechos) tras ayudar al prójimo, pues consideran que están haciendo lo correcto. Algunos desean sinceramente el bien común, y este placer parece ser verdaderamente más racional y digno que otros (si no el más).

Los placeres pueden ordenarse según su racionalidad. En función de ello, vale la pena vivir por los placeres más racionales de nuestra especie.


*Yo prefiero parcialmente racionales.